Tengo como unos treinta minutos para escribir. Y es que esto del blog es divertido y adictivo.
Hoy tengo un buen dia (no cuento mi visita esta tarde al dentista, ... ... siguen operando).
Contacte electrónicamente con Rafa, de Lilacom, un compañero de tareas digitales y marketing. Esta hecho un padrazo junto a Eva, su compañera. Tienen dos hijos. Mientras Angels y yo tenemos una gata de ocho años. Y es que esto de la paternidad no es para mi: creo que soy un inmaduro para cuidar niños. Soy hijo único, con todas sus ventajas y defectos. Uno de estos ultimos es que no tengo la capacidad, ni la posible paciencia para criar, educar o lo que sea. Y es que aunque no lo parezca, los crios no me gustan y punto. Eso si, admiro a todas la madres y padres, como Eva y Rafa, o Jordi y Xenia. Son mis heroes. No Superman, Batman o Spiderman.
Ves, ahora me quedo en blanco. Y se me ha ido la inspiración. No escribo en casa, sigo a la espera del nuevo router.
Hoy he venido caminando a Viladomat. No se si es la primeravera, o que las primeras neuronas ya decaen, pero hubo un momento que caminando no se si por Consejo de Ciento o Diputación, mi sentido de la orientación se ha perdido. Que raro? Fue una mini ausencia mental. Ahora lo pienso y me asusto. Me imagino en un lugar muy conocido, rodeado de amigos y gente conocida, y de golpe, se me desconectan los chips, y me pregunto que hago yo alli, o donde estoy. Reconozco que puede ser una neura personal, pero me aterroriza que pueda llegar a ser un individuo sin capacidad física o intelectual.
Tengo que dejar de fumar. No quiero quedarme sin aliento, sin que mi cuerpo lo pida al final de la vida.
En definitiva, creo que hoy muestro mi faceta más hipocondriaca de mi personalidad.
Ale, dejo de escribir y me voy al lavabo ...
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